lunes, 3 de enero de 2011

Horror vacui...

Arrojé una piedra hacia dentro de mí, esperaba escucharla chocar contra el fondo en algún momento, pero no sucedió, tampoco sentí la velocidad de su viaje; me dormí. En algún punto de la noche un sonido lejano me sobresaltó, era como el de un cañón percutido al otro lado del mundo que se encuentra justo debajo de mi cama; era mi piedra, había llegado al fondo, había medido el vacío...

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