jueves, 18 de noviembre de 2010

..."por lo demás, hay que ser imbécil, hay que ser poeta, hay que estar en la luna para perder más de cinco minutos con estas nostalgias perfectamente liquidables a corto plazo"...

(Fragmento "recortado" a conveniencia de un texto de Julio Cortázar)

viernes, 5 de noviembre de 2010

Los viejos amantes

Ahora se disparan sin pólvora, sin municiones, balas de salva chocando contra bultos, nadie muere, nadie cae, sólo lastimaduras leves que sanaran caricias de otros, el juego termina en tablas, y los contrincantes se dan la mano por un segundo en el que se reconocen: guerreros solitarios en el campo de batalla, pudieran darse un abrazo y llorar por el mismo cansancio, pero tienen todavía sabor de sangre, rumor de muerte, aire de destrucción.
Alguna vez se amaron verdaderamente pero sabían que tenían que destruirse después, objetos de un delirio de dioses, de una sentencia cíclica, actores resignados en la puesta elemental del mundo, de la tragedia madre, marionetas con la mano de la historia insertada en el culo y revolviendo sus entrañas, ahora no saben si todavía se odian un poco o se aman un poco, cualquiera de las dos sensaciones parece familiar, no saben si se duelen todavía, se ven a los ojos llenos de carnosidad y cristalizados por una lágrima permanente y no saben que ha pasado mucho tiempo, no saben que son una repetición infinita, no saben que son el resultado esperado de la ecuación original, que los condecora el universo y los retira con honores, con un cortejo de astros, por eso les da nostalgia el cielo con estrellas, (su propio homenaje) como al anciano ilustre que le develan un busto, como al soldado mutilado que se entera por televisión que los suyos consiguieron la victoria.
Aprendieron las reglas del juego después de poder ejecutarlas, su tiempo se esfumó, lo perdieron muchas veces estudiándose, admirándose, preparando algún ataque, atacaron, se arrepintieron de dañarse, quisieron hacer la paz cuando fue tarde, cuando el juego terminaba y sus gobiernos venían a recogerlos, sus instintos de fuga, sus temores heredados sobre el atrevimiento llevado hasta las últimas consecuencias, el recogimiento necesario, no existe un record en este drama, no hay una figura honesta, Romeo y Julieta lo fueron, se amaron a la perfección, el final fue perfecto, la rebelión contra la imposición tiránica del corazón humano que nunca termina de irse, que nunca termina de quedarse, que viaja de un pecho a otro, de un latido a otro, de una corazonada a otra. Se aniquilaron porque supieron a tiempo que después ya no seria lo mismo, que también eran parte del fractal amoroso, pero rompieron el esquema, se tragaron la estadística en un trago de veneno menos corrosivo, menos extenuante que el sufrimiento de ver terminada su historia antes que sus propias vidas...
Pero nuestros amantes no pueden ser leyenda porque van dejando su vida o parte de ella en sacrificio de un recuerdo, de una historia personal para contar y ponerse melancólicos de vez en cuando a la hora de envejecer, a la hora de manifestar convencidamente en un discurso de bohemia, que el amor es una maravilla dolorosa, y se ponen a mostrar las cicatrices, y se ponen a evocar aquellos tiempos y se ponen a preguntarse qué habría sido, de haberle jugado la revancha al corazón...

martes, 26 de octubre de 2010

Día de pesca...

Imagino que sangro junto al río y que mi sangre es delgada y que tu y yo nos adelgazamos en ese hilo constante y rojo que brota de mi herida, nos vamos yendo, nos vamos diluyendo los dos en esta corriente que arrastra pasado, alegrías antiguas y lágrimas genuinas, un río que fluye sin detenerse, (¿y quien detiene el cause de un río con dos manos?) nos adelgazamos hasta volvernos casi imperceptibles, como el hilo de una telaraña que apenas brilla en un ángulo preciso contra la luz de un recuerdo mágico e incandescente como un sol de medio día en invierno, nos vamos yendo entre peces desesperados y abatidos, quizá pares de manos que quisieron detener la corriente o invertir su curso, nos vamos alisando piedras que después se regalaran nuevos enamorados, que a su vez después se provocaran heridas, que sangraran y se adelgazaran y se diluirán en el rió, nuevos peces en el flujo continuo del desprendimiento, corazones aferrados débilmente a las orillas, anzuelos que no brillan como espejos pero que llevan a una nueva casa la pesca del día: "¡Madre! fui al río y pesque un corazón y un par de manos, no necesito mas, ¡ahora soy feliz!"
Algo me expulsa de mi delirio, vivos movimientos como de manos saludando a lo lejos, como de latidos de corazón regocijado, como de peces que han mordido un anzuelo... y la sangre que brotaba de mi herida era el hilo de mi caña de pescar...

martes, 19 de octubre de 2010

Ya no...

Ya no asisto a salas de espera donde no hay nada que esperar, o donde solo dan malas noticias...

Nunca he esperado en la lavandería desde el inicio del ciclo de lavado hasta el final, prefiero fumar algunos cigarrillos en mi departamento mientras la ropa, (allá) se limpia y se desgasta, se enjabona y se enjuaga en automático...

Ya no espero una señal que salve el día, un signo, un gesto, un texto y en el un infame emoticón..
nunca me gusto rogarle al "cadenero" por la entrada, siempre tuve la impresión de que al lugar al que me fuera me esperaba algo mejor...

Ya no dejo que el despertador me de la primera orden del día, sobre todo esa que es difícil de acatar, prefiero verlo activarse y darme cuenta de que no era un monstruo, ni un enemigo poderoso, ni un acontecimiento difícil de dominar, ahora lo veo ahí, con su lucesíta verde, con su melodía monótona y conflictuado, porque ya no me despierta...

Ya no dejo pasar trenes, ni rechazo invitaciones, ni me quedo en casa para darle de comer a los
recuerdos a su hora...

Ya no busco en librerías biografías que no se escribirán, ya no acaricio visiones, ni recurro al espejismo, ni hago caso a los fantasmas, ni me hago trampa a mi mismo.

miércoles, 6 de octubre de 2010

Puntos suspensivos...

Soy un hilo que se sostiene a la tierra, una red para cazar mariposas, un guante para cazar tu mano izquierda, un pedazo de pan repartido en algunas bocas, soy una boca y muchas palabras, también soy un beso y quizá una mentira.
Soy todo y soy nada, soy como tú, mi alma es como tu alma, soy tu voz y también soy silencio cuando callas, soy enorme porque no se lo tengo que demostrar a nadie, soy mínimo porque soy universo, porque me cabe el sol en una mano, la noche en un ojo y el mar en un recuerdo, soy infinito, soy eterno en este momento irrepetible, soy hombre y me visto con la historia de mi género; he manejado la lanza y tocado la lira, he inventado el fuego, descubrí las estrellas, les puse un nombre y las agrupé en constelaciones, y he visto tus ojos y no he podido hablarles, les llame peces oscuros, les llame migas de noche, los convertí en refugio de mis contingencias y los hice llorar porque también soy hecatombe, soy terremoto y derrumbe y maremoto, soy calma después de mi propia tempestad, soy bien y soy mal, me lo dijeron, no tuve elección, tenia que haber un equilibrio.
Soy inocente y he sido culpable, culpable de mí y de ti, he sido mi propio villano y aveces  también mi propio héroe, he sido débil pero también soy fuerte, soy grande porque mi grandeza radica en un encuentro con Dios, una conexión, una alianza permanente, un dialogo constante de preguntas y respuestas, una entrevista sin horarios, sin testigos y sin nada que ocultar, soy pequeño porque soy polen, soy rocío, soy minuto, y he sido minuto en tu tiempo, soy un punto, o dos, o tres puntos juntos... Suspensivos.

lunes, 4 de octubre de 2010

...

ya no sabemos si hacemos llorar al universo, si con una acción provocamos el derrumbe de algún árbol, la caída de una estrella, el frió de esta noche, ya no lo sabemos y quizá nunca lo supimos, yo no sabia que al provocar tus lágrimas estaba provocando las mías después, tu no sabias que ese después siempre fue inmediato.

Nunca supimos que eramos humanos, que estábamos (que siempre estamos) al borde del error, de despilfarrar la herencia original, que tenemos en alguna parte de nosotros la abolladura del molde que concibió nuestro momento, porque somos arcilla, lodo maleable, lodo que llora, que se humedece, que se seca, que se enamora, lodo que sufre, que a veces canta, que se humilla y a veces también se cree buen lodo.

Y ahora que sabemos que no sabemos nada, nos sentimos enormes y a la vez reducidos, (como se saben las ciudades en los mapas de bolsillo) enormes en la ignorancia vital que se alcanza después de la experiencia, y reducidos contra el tamaño del sueño que vivimos.

martes, 28 de septiembre de 2010

...

Yo no tengo derecho a molestar a los muertos, a gritar en ningún cementerio, no tengo derecho a estallar en llanto frente a este ataúd, tengo derecho a guardar silencio, un silencio de respeto y de agradecimiento, como el que se les guarda a los caídos en cualquier lucha, en cualquier batalla, en cualquier pasión.
Y tengo derecho a arrepentirme... incluso siendo el asesino.

lunes, 30 de agosto de 2010

Nos tocabamos...

Nos tocábamos con todo lo que fuera parte de nosotros y que pudiera pertenecer al otro en ese instante de tactos diversos, piel, cabello, mirada, dientes, sexo, aliento... pero siempre el tacto rebasaba la frontera de lo convencional y por un instante minúsculo nos tocábamos con el pensamiento, con nuestros silencios, con nuestro "nosotros", yo te tocaba a ti porque sabia que tu en todas tus formas estabas preparada para mis alcances táctiles, tu me tocabas a mi porque sabias tocarme, lo habías aprendido en mi.

Y nos tocábamos de cerca, de lejos, de muy lejos, de un día antes o desde una tarde en la que yo había salido enfermo de encierro y de pronto, cruzando una calle, sentía tu caricia en alguna mejilla de mis diálogos internos o en algún oído precipitado de mi atención deficiente a este plano.

Nos tocábamos a veces, sabiendo que la luna es la mas ingenua y la mas corruptible de los astros y yo la hacia que llevara hasta ti el temblor de mi pulso por unos cuantos halagos a su blancura percudida y tu me devolvías con ella un beso humedecido y fresco.

Nos tocábamos en un dialogo de pulpos, dialogábamos en transmisiones sensitivas, vibrabamos al contacto, descubrimos que el eco de las caricias es la piel erizada... alguna vez anduve descalzo sobre tu espalda, alguna vez me fue difícil despegarte de mi piel...

jueves, 26 de agosto de 2010

Bloqueo.

De nuevo... que agónicos son estos pasajes, como me cierran la boca y me entumen los dedos, como se vuelven una masa las palabras, una madeja en donde no encuentro una punta, una media nuevecita sin un hilo que desencadene la devenida de un texto, de una frase, que pleito es este, no se contra quien lucho, ni a quien maldecir, ni a quien golpear. Alfabética retorica, sonido de cacahuates sin pelar, se me harán llagas en el cerebro si no escribo, lo se, me ha pasado alguna vez, una gastritis emocional, una ulcera en la boca de mis pensamientos, un coma temporal en las ideas, que enfermedad la del silencio del teclado, que bloqueo, algo esta saboteando mi creatividad pero no se que, ya revise debajo de la cama y no había nada, aparte me están picando los moscos en los pies, esto parece no tener importancia pero me roba la poca concentración que podría reunir... ya mate a uno, se que no es justo pero yo no tengo manera de chupar su sangre para estar a mano, malditos!, maldito bloqueo.

jueves, 19 de agosto de 2010

Mi noche...

Mi noche es esférica y no tiene cuarteaduras de esas que trafican luz del exterior, es completamente obscura, insoportablemente circular, tus pupilas podrían ser un par de noches como ésta, pero ya no están.

La sensación es de ceguera contraída apenas, pero no hay con que chocar, la noche es inmensa y tu cuerpo ya no está.

Giro en mi noche redonda, en mis sueños redondos... y se que recordarte es redundar, caminar en círculos, sonámbulo, pero no quisiera despertar si ya no estas.

domingo, 15 de agosto de 2010

"Insignificancias"

Cuando era niño, tenia una fascinación muy particular por una escena muy particular, vivía en una colonia situada prácticamente a las faldas de un cerro, por lo tanto era habitual en ese tiempo observar descender de la montaña a leñadores a caballo transportando enormes vigas que ataban a los costados de los caballos en un extremo y el extremo opuesto se arrastraba por el piso.

Esta imagen llamaba mi atención, pero principalmente (y no puedo explicar porque) me gustaba ver como las vigas se desgastaban contra el asfalto.

No buscaba en ese entonces darme explicaciones al respecto, consecuencias lógicas de fricción ni cosas por el estilo, ni siquiera me importaba ni me cuestionaba el destino de las vigas, era solo eso, el desgaste en la madera, el ángulo que se formaba... Yo simplemente lo observaba y era un buen momento.

Hace unos días me encontré con esa imagen que era parte del paisaje vespertino de mi infancia y fue muy agradable, fue como en aquel entonces, un buen momento, pero también pude darme cuenta de que no he perdido mi capacidad de asombro ante los actos gratuitos y particulares de una vida que muchas veces encuentra valor y sentido en este tipo de "insignificancias".

lunes, 9 de agosto de 2010

Me gusta...

Yo acostumbro a quitarme la vida todos los días, todos los días me disparo y convulsiono y sangro, me asesino, sabes que a diario me arrojo de cualquier acantilado, y tu con tu truco gastado y tu magia repetida, regresas, a sacar de mi sombrero una sorpresa, sabes que soy impresionable aún...

Sabes que tomo veneno en las noches y a escondidas me cambias el frasco, pero el que dejas trae sueños...

Ayer me cerraste los ojos después del disparo, me acariciabas el pelo y me contabas un cuento, el cuento hablaba de un viejo que zurcía corazones con hilos de lana que obtenía de una oveja invisible, la oveja era el tiempo...

Hoy desperté como siempre, con humor suicida y buscaba un puente, lo encontré, pero esta vez recordé tu magia, tu truco gastado, tu cuento, y me gusta tu cuento, tu voz curativa y tus ojos de ámbar... me gusta este encuentro.

viernes, 6 de agosto de 2010

Te miro...

Te miro atento pensando en ti y a la vez me distraigo pensando en mi, como si fueras tú detrás de la cámara que me toma una foto...

Te miro como antes, como siempre, como nunca...

Te miro a los ojos, a las manos que no me corresponden la mirada, a los pechos que la esquivan y la buscan, te miro a la boca, a esa boca que también me mira y llora cuando besa...

Te te miro de frente mientras hablas, y cuando yo hablo te señalo un cuadro a tu derecha para mirarte de perfil, te analizo y tu no te das cuenta pero yo también estoy detrás de una cámara tomándote mil fotos...

Te miro a la inocencia que también me mira independiente a ti, te miro a la tristeza, a esa que olvidaste maquillar cuando salias, y sonrío discretamente porque tus uñas están perfectas...

Solo trato de mirarte y de sembrarte en mi memoria para que mañana, en el silencio y en la soledad, florescas...

El tiempo se ha ido pronto, volteo para pedir la cuenta, y de reojo observo, que tú también me miras...

sábado, 24 de julio de 2010

Algo debemos al cosmos...

Algo debemos al cosmos, sí, al universo mismo con todos sus soles y todas sus galaxias y todas sus mariposas. Algo debemos a todo ese poder, a toda esa energía que una tarde o una noche nos puso en contacto a ti y a mí; entró en nosotros para unirnos, y eso que sentimos en el pecho y que no podíamos explicar, porque no teníamos que explicarnos nada, no eran más que dolores de parto de nosotros naciendo en nosotros mismos, cada quien dentro del otro, un grano de arena recién sembrado en nuestra sensibilidad molusca.

Y no había forma de oponernos. No lo hicimos. Dejamos que el universo actuara con toda su sabiduría, con todos sus designios, con todos sus trazos sobre nuestra geografía astral, sobre nuestros cuerpos cuánticos, sobre ti y sobre mí en una aceptación total de lo que se nos tenía preparado. Permanecimos en silencio, sorprendidos cuando nos dimos cuenta de la simetría de nuestras almas; de la unión perfecta de las manos; de la temperatura exacta en nuestra piel, verdaderamente sorprendidos, en un estado de paz indescriptible: la paz de nuestro abrazo.

Pero ya no lo tenemos, porque también tuvimos la oportunidad de equivocarnos y lo hicimos. Porque también en el universo hay relámpagos, y la figura de un relámpago es igual a la de una grieta, a la manifestación evidente del rompimiento. Y nosotros nos equivocamos, nos rompimos… por eso debemos algo al cosmos, porque no nos importó toda aquella movilización de estrellas para que tú y yo un día pudiéramos simplemente vernos a los ojos.

viernes, 16 de julio de 2010

A mis lectores...

Amo la escritura, amo la lectura... amo el orgullo que me representa lograr un texto de principio a fin, quizá es difícil de entender pero es hermoso, quizá es una satisfacción personal poco productiva, pero es poesía, poesía, como dijera un buen amigo, "de ésa que es efímera y que desaparece cuando se crea".

Amo ese momento de genialidad que te atrapa, te toma por sorpresa, te vuelca por completo sobre una hoja en blanco… explotas en ese folio, vives y mueres en ese instante, con todo lo que tienes, con todo lo que eres, con todo lo que vives, eres solo tú y el cosmos, eres solo tú y tus demonios, tus fantasmas, tus muertos, tus eclipses...

Amo las palabras, su textura, su sonido, su intención, su misterio, su belleza, su color. Amo su veneno, su amargura, y su contundente honestidad cuando se me quedan viendo y me prohíben dulcemente utilizarlas sin verdad...

Amo la escritura, construir minuciosamente un texto y derribarlo casi a punto del final, es un placer poco explicable, pero se asemeja al placer insano de construir un castillo de naipes para verlo caer...

Amo la escritura y, por lo mismo, la respeto, noble oficio intelectual y emocional. La respeto y respeto el momento de crear y no lo obligo, no lo forzo, no le preparo un vomitivo que pudiera lastimar.

Escribo con dolor, con sentimiento y por ahora ya no puedo más... haré una pausa de salud, se me antoja elemental. Comparto esta justificación que es solo para mí, porque la memoria de los hombres no es ingrata y yo muchas veces me he nutrido de las buenas intenciones que hay para mi trabajo...

Solo salvo un poco mi coherencia y no perturbo más al corazón, por ahora no hay nada que decir y hay mucho por hacer… supongo que continuaré escribiendo, para mí, en mi mente, en mis trayectos de rutina, en mis sueños, solo que esta vez no lo documentaré...

La ausencia es temporal, como todas las ausencias, los momentos urgentes en la vida no se pueden aplazar...

VALENCIALEZ.

martes, 13 de julio de 2010

Temporada de cerezas (dos)

Perdí tu paz codificada y tu cólera simple. Tu tempestad aplica lluvia a la distancia y moja mis recuerdos, me apaga el cigarrillo y me dice "ya no fumes"...

Hay un tren que se marcha y que marchita la estación y el pueblo que sostiene. Hay un puente que se debilita en un extremo… el derrumbe de un sueño es inminente, la gloria es pasajera, yo también la he sostenido algún instante, yo también he besado pompas de jabón...

Alguien llueve, alguien oscila, alguien no duerme, alguien se vuelve de arena y no aguanta los golpes del viento, un viento de culpa... se desmorona y espera la cura del tiempo sin más que decir...

Yo también me alejo, ofreciendo mi silencio, mi ausencia sin fantasmas… una tregua a tu memoria, esperando que te salves de algún sueño inoportuno, de la parte proporcional de un espejismo, de un destello luminoso de este eterno ojo de gato exiliado en el abismo...

Yo también espero el tiempo de ilusión rectificada, de esperanza corregida, de sonrisa en la mirada, de cerezas, de latidos...

sábado, 10 de julio de 2010

Algodón de azúcar...

Hoy compré un algodón de azúcar,

lo usé de barba,

de bigote,

de cejas,

finalmente lo comí.

Dulce... triste.

lunes, 5 de julio de 2010

Temporada de cerezas...


Perdí el contacto con tu piel y con tu voz, algo pasó, la decadencia de los acontecimientos, los lapsos insoportables, la migraña que acompañaba a los encuentros, hubiera bastado un beso eléctrico, un cañón en la mirada, disparar...

Alguien de los dos se tragó la lengua, mordió el silencio, no recuerdo si fui yo, pero también esperaba escucharte... no lo sabíamos pero desde el inicio nos habíamos retado a un duelo, alguien tenía que jalar el gatillo, (la cuerda bucal que articula la palabra envenenada) a alguien de los dos le tembló el pulso, no recuerdo si a mí, pero yo también esperaba tu bala en mi pecho...

Sentencia del origen, yo también hice un intento por aniquilar la segunda mitad de nuestros días, por cortar de nuestro fruto la parte oscurecida que finalmente mordimos, yo también esperaba que no fuese heredado, yo también esperaba que no fuese prohibido...

Alguien se contiene algunas sílabas, alguien abre fuego a discreción, veteranos de guerra que conocen su estrategia, "enemigos íntimos" amigos insustituibles del dolor. Llegamos perfectos de heridas al final, perfectamente erosionados, finalmente desprendidos...

Yo también estoy buscando mi porción de amnesia, mi mitad de olvido, yo también espero ahora el tiempo de cerezas, de canciones, de latidos...

lunes, 28 de junio de 2010

Parálisis emocional.

Quiero que mi cerebro invente su propia actividad, como cuando duermo, que elija su propio sueño, su propia pesadilla o su propia realidad. Yo, organismo, no quiero involucrarme en pensar, ¿en qué?, ¿para qué?... prefiero aventurarme a obedecer a mi cabeza, lo cual es un riesgo debido a que conozco de mis sesos que a veces no están bien, pero creo, o parece, o no importa, que en este momento yo tampoco lo estoy, y eso es una paridad entre estos dos actores que conforman la presencia mía en este espacio de materia.

Por consiguiente, deseo, no de una forma racional, más bien en una forma de deseo natural, dejarle esa tarea de dirigir mis pasos, mis discursos, mis actos, en general mis intervenciones en la fase de vida en que me encuentro, a esta masa eléctrica que opera bajo mi cráneo.

Me he cansado de "pensar", de fabricar ideas infértiles, de pretender vivir en un orden de conductas que hay que aprender, valorar, creer y adoptar, doctrinas sociales elementales, dentro de los conceptos: convivencia, emparejamiento, afinidad de caracteres y todos esos convenientes acomodos lingüísticos dedicados a las relaciones humanas (comunes e interpersonales), me cansé de asistir a reuniones con fecha y hora y a lugares a donde la gente se reúne por azar o coincide simplemente por trayectos necesarios de rutina o en busca de sitios de esparcimiento como plazas, templos, cafés, bares, cines y almacenes… todo reunido armoniosamente para el enajenamiento, el consumo, el morbo y, olvidaba decirlo, para el contacto y reconocimiento entre la especie, que no es más que el campo de práctica de teorías fundamentales sobre el género humano.

Me niego en esta ocasión a pertenecer a todo esto, a participar en las actividades predecibles: parámetros obligados… organización de masas que obedecen a voces de costumbres, a ofertas mercantiles y principios religiosos de toda índole. Me niego incluso a la inercia, no al instinto; me niego al estereotipo, no a la esencia; me niego a las tendencias, no al impulso. Por lo demás, me niego a cualquier manifestación de pertenencia a este baile interminable de máscaras y coitos intelectuales infecundos.

Sin embargo, me postulo en una presencia abstracta de actualidad, iluminada por otras luces, por otros soles en otros hemisferios… le cedo a mis divagaciones surrealistas el manejo de mi fuero, de mi comportamiento, de mi cordura como no la esperan los demás, porque los demás suponen cómo debe ser y esto es absurdo, prefiero que un desvarío me salve a que un juicio humano me destruya… prefiero enloquecer sin motivo aparente y que nadie pretenda ocuparse de mí, prefiero desaparecer a los ojos inquisidores de una sociedad podrida y a la vez reluciente, pasear por las avenidas sin color, sin etiqueta, sin bandera y sin reloj en la muñeca, prefiero pues perderme y no encontrarme de nuevo en la misma parálisis emocional que me aqueja en estos días...

viernes, 28 de mayo de 2010

Tu nostalgia, la tuya.....

Pateaste una braza, caminabas por una calle oscura y entonces pateaste una braza. Se iluminó el pequeño entorno, saltaron brazas diminutas, como luciérnagas de fuego opaco que morían casi al mismo instante de levantar el vuelo, tu rostro también se iluminó, débilmente y por el mismo espacio de tiempo, pero suficiente para hacerte brillar la lágrima que escurría por tu mejilla. Alguna tristeza te llevó a esa calle, a ese fuego recién apagado que humeaba todavía con el esqueleto encendido, elevando la grisácea señal de la agonía, alguna tristeza te condujo a esa arteria, a ese corazón que ardió en otro tiempo, quizá buscabas reconcer algún espacio, quizá buscabas el calor que habías perdido.

domingo, 14 de marzo de 2010

"TRATO DIRECTO"


Hay aquí, entre el polvo y la pelusa que se aglomeran en las esquinas de mi cuarto, un breve y apenas perceptible toque de tu breve y apenas perceptible aroma, que persiste, como el vuelo de un mosquito que aprovecha la quietud de la noche para hacerse escuchar durante esos minutos que parecen horas cuando es casi imposible dormir. Hay también entre las pelusas y el polvo algunos cabellos que caen sin darme cuenta y sin dolor de mi cabeza que ha cumplido treinta, que parece de cuarenta y que trabaja como de quince cuando se trata de ti, hay en este cuarto ropa limpia del medio día de hoy, había buen sol y algo de tiempo, dos niñas jugaban en los tendederos, les llamo la atención que mi ropa fuera igual, me lo dijeron, mas bien lo cuestionaron, les dije que era mi uniforme, aunque pensé que en realidad yo soy el uniforme de esta historia, el denominador común, el elemento que no cambia de forma, mucho menos de lugar, quiero decir este lugar, que es el mismo donde sea que me encuentre, este centro inmutable de lo que me rodea, yo, protagonista inmóvil de esta semana inmóvil que se repite exacta desde que te fuiste, se repiten las paredes, se repite la ventana, se repite la cama, todo es igual, todo no cambia, la barba y las uñas que recorto se repiten, cola de lagarto, cuento de no acabar nunca, estructura fractal de los días, un espejo contra otro... Y así tu nombre, su sonido, su inicial, sus vocales en mi boca, y así el polvo y la pelusa y mis cabellos y entre ellos me encuentro una pestaña de tus ojos, se que no es mía porque las mías son cortas, la levanto con el índice y no al azar, escojo un libro y una pagina y la coloco ahí: "me miras, de cerca me miras, cada vez mas de cerca y entonces jugamos al cíclope"... Los libros también se repiten, los cigarros, el humo, la tos. El tiempo avanza en otro tiempo que no es este, no en este espacio sin tiempo, sin ti, aquí solo estoy yo registrando lo que hay, solo saldos, nada nuevo, los zapatos son los mismos, el frasco de perfume sin perfume, la tele descompuesta, el escritorio y sus esquinas desgastadas, la soledad como verdad, la enfermedad como rutina, la ansiedad en el pulso, el cansancio como sentencia de malas decisiones, apuntes de conciencia, urge prenderle fuego a este inventario, urge sacudir el polvo y las pelusas, exorcizar a los recuerdos, ser yo quien abandone, subastar al que soy en un mercado, colgarme una etiqueta en un bazar, anunciar en el periódico mi oferta: modelo 80, buenas condiciones, trato directo.

viernes, 12 de marzo de 2010

LA TARDE . . .

La tarde se puso un suéter gris, de cuello alto, parece una colegiala con el corazón roto que camina por la orilla de su propio desengaño, lago infame al centro del cual arroja las resoluciones de sus dudas como piedras en busca ahora de explicaciones, de "porques". la tarde llora su paso triste por la ciudad, llora el ruido que entra como un alambre de púas por uno de sus oídos y sale por el otro arrastrando entre sus filos alguna vieja palabra de amor ya sin sentido. Se detiene por momentos, casi noche, frente a las escuelas a la hora en que los estudiantes se amotinan a la entrada para encender cigarrillos furtivos, para intercambiar bromas, burlas y besos experimentales, para hablar de revoluciones y de iconos que han traspasado barreras generacionales. Y la tarde llora, y sus lamentos hacen eco en las aulas vacías y se pierden en el sonido de butacas arrastradas de un lado a otro en un sistema rudimentario de limpieza.

miércoles, 10 de febrero de 2010

Les presento a un buen amigo...



A veces, cuando a nuestros sueños les duele la espalda, cuando nos encontramos atrapados en la gama de los grises, cuando el sol por mas que fulgure opulento en lo alto, no calienta, porque en el interior se da un fenómeno invernal anacrónico, nos sorprenden detalles como este, esta foto representa por lo menos un sueño superficial de un declarado fanatismo, pero representa mas una acción interesada u n i c a m e n t e en darle un poco de color al paisaje de estos días... y al autor de esta foto es al amigo que les presento, gracias "PADRINO", se que no te gusta mucho el sentimentalismo, pero yo si te quiero harto!

martes, 2 de febrero de 2010

DE UN CONFLICTO INTERNO QUE NO SE RESUELVE TODAVIA....

"Es curioso que en toda especie de realidades se presentan casos extremos donde la especie parece negarse a sí misma y convertirse en su contrario"

José Ortega y Gasset.


Te busco aunque no lo sepas y yo mismo no se porque lo hago, supongo es una regresión de mi espíritu con frío al lugar al que recuerda había calor, a ese pequeño espacio, tibio todavía momentos antes de sentirse perdido en la bruma de su propio interior, así es, si nuestro interior es el espíritu, él mismo a su vez, posee su propio interior y así ad infinitum o hasta un diminuto interior indivisible ya, una partícula incapaz de sufrir dualidad algúna, destino único desde el origen, una sola realidad, una vida determinada por su propia naturaleza, sin enfrentarse después al alegato existencial de la inconformidad.

Pienso, desde una comodidad utópica, que todos deberíamos ser partículas, sin esa voz dentro protestando, despertándonos cada noche con consignas, haciendo imposible el sueño, espíritu disidente que salta de un lugar a otro soplando la capa de polvo que comienza a acumularse en los recuerdos y en las fotos, hasta que nos hace experimentar cierto arrepentimiento de nuestros actos, de nuestras propias decisiones. Pero que le importa al espíritu lo dicho o lo hecho, si en su interior hay otro espíritu que lo despierta en la madrugada y lo molesta destapando los frascos donde había guardado las voces que lo atormentaban. Porque insiste en mi contra?, estúpida dicotomía del ser, tener que luchar contra mi mismo y pensar que ninguno de los dos morirá por ésta causa!, donde pues se encuentra la victoria o la derrota, ¿terminare dominado por mi esencia?, ¿dominare a mi esencia de algún modo?, ¿es acaso esta abyección el camino a la locura?, ¿es la locura acaso el acuerdo del yo con el "yo" para la paz?, ¿y que es la paz sino creer (en ambos fueros) que hemos vencido al enemigo?, ¿y que es vencer sin destruir el muro construido por el otro?, ¿y que es vencer si derribado el muro hay un espejo y el reflejo de nuevo me dice que te busque, que te busque, que te busque... y no lo entiendo, no lo entiendo.. .

lunes, 25 de enero de 2010

...

No he podido escribir ultimamente, y si no me he ocupado tampoco en disculparme en este mismo medio con mis lectores, es porque en realidad son pocos, claro que esto no los excluye de ser merecedores de alguna razón que justifique mi ausencia, pero considero que no hay razón que sea satisfactoria por el momento, ademas de que la verdad medular de este escrito es porque nunca leí las clausulas de mantenimiento de este blog, así que temo sea dado de baja por falta de actividad, cosa que no me extrañaría ya que ultimamente todo a mi al rededor se da de baja o deserta definitivamente, sin excluir evidentemente a las ideas y la creatividad. Espero muy pronto desentumirme un poco y poder ejercitar de nuevo esta maquina corazón-cerebro-dedos y poder articular cuando menos un par de renglones en este espacio, ya que incluso al redactar esta pequeña apología de mi acontecer actual, percibo en mi, cierta repulsión a este espacio que yo mismo cree decididamente hace un par de años con el fin de darle cierta constancia y formalidad a esta practica tan gratificante y otras veces tormentosa que es la escritura.