domingo, 10 de julio de 2011

Un momento en mi cabeza.. .

"Back to Adam, regreso al gran útero" (Rayuela) después me cito a mi: "la cueva de origen, el modelo de bunker individual que arrastro conmigo como caracola desde que descubrí que algo en mi es de cristal..." y entre eso , el día común, despertar, comer, trabajar, hablar, reprender y ser reprendido, escuchar, observar, callar a tiempo, el silencio es un refugio, escribir, "Donde la acción fracasa, la palabra escrita triunfa" (Zola) y entre eso Hesse, Cortázar, Maquiavelo, la constitución, Benedetti, Neruda, Sabines, y entre eso un abecedario carcomido en algunas letras, como un cinturón con un par de agujeros abocardados y el resto intacto.
Shaw, Dostoyevski, Elizondo, una mosca descrita por Monterroso, un París con la maga y un monstruo como leyendas en el fondo del Sena, y entre eso las canas, recuerdos brotando entre folículos, un beso, una sombra y un par de pies casi perfectos. Un cigarrillo pegado a la orilla de los labios, creyendo que nació ahí, un oído de ojos atentos para escuchar-leer, una bombilla que ahorra luz y un perro, debe ser un perro, así le ladran al camión del gas.. . y entre eso, Piazzolla y la banderita de taxi libre levantada en cada mano, parece que sólo yo lo veo... parece que sólo yo te veo, sólo yo te hablo... y entre eso un teclado, "backspace" hasta el inicio, volver a empezar tejiendo ideas y viseras, estoy haciéndome un abrigo de retazos, de aforismos, estoy haciéndome una máscara rígida, un rictus de piedra. "Pastillas para no soñar", "lagrimas de plástico azul" en la garganta, analgésicos que resbalo con un trago de Whisky, y entre eso ruinas, pedazos de orgullo que habrá que unir con cinta Diurex y una lupa para no dejar fisuras, le sacaré una copia y la traeré conmigo siempre, el documento inalterable, la lagrima en el fondo del río, Fito, Sabína, Calamaro, descanso de ellos en Drexler en su poesía blanca, en sus canciones como sábanas limpias, descanso en esta carta, y entre eso, Charly Zaa? vecino no mames!! une tu voz a mi voz...
Cierro la ventana y vuelvo a Gardel, a volver, con la frente marchita.. . a Damien Rice, a Enya, y entre eso, la Biblia, El cantar de los cantares, Salmos, Proverbios, el Pentateuco, así, en desorden, el milagro del vino, la lepra de Job, los diez mandamientos, Onán, la tierra prometida que manaba leche y miel, el maná, Apocalipsis... now.
Now playing: "Sweet child o´ mine" me da hambre, prendo el cigarro en la estufa, apago la luz para pensar en ti, o a lo mejor, es que hasta hoy, nunca me habías hecho tanta falta como hoy... ese Manzanero, este dolor en el hombro, este vomito a la pantalla de un momento en mi cabeza, entre el repaso a la mitología griega, Elektra, Edipo, Aquiles, Pigmalion y su mujer perfecta. La filosofía, el anillo de Giges, los pasajes de Diógenes y más lecturas que han construido decenas de platicas con extraños, "mucho gusto, eres un tipazo!" alguna sonrisa tratando de decir algo, una mirada con brillo y nada más.. . no sé cómo terminar, debe haber lugar para el punto final, pero aun no he dicho nada, no quería decir nada, no quiero escribir más.. .

lunes, 4 de julio de 2011

Niño

Cuando era niño, fui campeón del mundo en casi todo lo que hacía, descubrí un planeta y le elegí un nombre, también fui inventor, tenia un rayo láser que disparaba desde mis dedos índice, encontraba oro y diamantes a cada rato en paseos por el campo y junto a los ríos. Fabriqué aviones, barcos y naves espaciales, realicé valiosas aportaciones a la química con un poco de cloro, salsa picante y shampoo, platicaba con conejos, ranas y perros, (espero que no piensen que soy un pedante ahora que olvidé aquel lenguaje) si recibía poco dinero, compraba dulces; si recibía mucho dinero, también compraba dulces. Había señoras que me regalaban manzanas en el mercado y no era para menos, era un súper héroe y ellas lo sabían, yo les correspondía con un guiño y nada más, no podía poner evidencia aquella identidad secreta, aunque mi madre se empeñara siempre en sacarme de la ducha con mi propia capa. Definitivamente había cosas difíciles de entender para los adultos, absortos siempre en sus pensamientos, en sus dolores de cabeza y en su prisa, mientras que yo jugaba con el tiempo, desayunaba por las noches, ayer iría a la escuela y visitaría a los abuelos la semana pasada.

Naturalmente fui creciendo, al principio no me daba cuenta, pero ya no disparaba a los coches con mi láser, ya no era un agente secreto que resolviera misterios en el patio posterior de la casa, antiguo laboratorio y taller de tantos inventos, más tarde habría que abandonarlo en una terrible mudanza, más tarde todos mis súper poderes se verían debilitados por la fuerza magnética en los ojos de aquella adolescente que me miró por primera vez.

poco a poco fui dejando de ser niño, pero a pesar de todo, de vez en cuando, cuando camino por la calle absorto en mis pensamientos, inconscientemente empujo con el pie alguna piedrecilla para pasarla entre dos llantas de coche y no puedo evitar gritar por dentro: Gol! aunque después recuerdo que el fútbol ya no está entre mis aficiones y continúo mi camino siempre a prisa. descubro entonces que todavía queda algo de aquel niño, que sigo llevando corcholatas en los bolsillos, son sueños de los cuales no me puedo desprender y que, como en aquel entonces, poseen un valor superior a cualquier cifra.