viernes, 2 de agosto de 2013

Gracias, André.

¿Cual es un verdadero motivo para el llanto? Me refiero a un llanto genuino, uno que no sepa de momentos oportunos, que no espere a la soledad o hasta cierta forma de controlarlo, uno que no escatime en lágrimas y que no se avergüence ante los demás, que no necesite justificarse, porque de conocerse el motivo, nadie se atrevería a cuestionarlo.

Hoy lloramos a André porque ha dejado de estar entre nosotros, lo lloran sus padres, sus abuelos, sus amigos, lloramos porque nuestra esperanza se ha roto, se ha roto nuestra fe de que libraría esa batalla, lloramos porque a veces creemos que todo es posible, y nos esperanzamos porque algo en el fondo nos dice que se puede. ¿hasta donde deberíamos confiar en nuestra intuición? ¿no es acaso un mecanismo de defensa, porque aún más en el fondo tememos a la fatalidad?

Lloramos a André porque aunque también existía la posibilidad de que se nos fuera, nos resistíamos a ello, André se resistía, lo hizo durante meses (que por cierto, fueron toda su vida) sólo él supo lo que luchó. Hay quienes deciden rendirse, pero yo estoy seguro que este no fue el caso de nuestro pequeño.

Simplemente la vida no es a veces como la esperamos, ni como la suponemos, me atrevería a decir que ni siquiera como la planeamos, si a mí alguien me dice que existe una estrategia segura ante la vida, le pediría que lo probara con la suya propia.

Simplemente es así y ese es el motivo de nuestro llanto, que tampoco me digan que André está en un lugar mejor, porque yo no concibo mejor lugar para un pequeño, que los brazos de su madre, así el mundo se esté cayendo a pedazos.

Prefiero saber que para la vida (para los que nos quedamos en ella todavía un poco más) se necesita valor y coraje para enfrentarla y para retirarnos dignamente así dure muchos años o sólo algunos meses. Yo le digo adiós a André, pero también le digo: ¡GRACIAS!

2 comentarios:

Unknown dijo...

la esperanza nunca muere, y toda la vida vivimos con ella, mientras que la fé, es la expectativa segura de las cosas que no vemos pero que sin embargo esperamos, pero,¿como confiar en lo que no vemos o aún no hemos visto?¿Qué es la verdad?... El vivir lo es todo, a lo largo del tiempo la vida nos ayuda a verla de maneras diferentes, muchas veces buenas otras malas pero sin embargo siempre nos enseñara una lección, una que sea realmente verdadera.
Y aquella verdad siempre la terminaremos agredeciendo. :)

Valencialez dijo...

Gracias Tiff, sé de lo que hablas, gracias por leer, un beso!