sábado, 9 de junio de 2012

Supermercado


Llega el momento en que los recuerdos se vuelven un rumor y el perfume que nos atormentó, ahora huele a cualquier otro, las cosas que se compartieron y que unían, las encuentras separadas en los pasillos del supermercado; el refrigerador de los helados tan lejos de la sección de frutas, ya no vas de un lado a otro con la idea fija de lo que buscas: Cumplir un antojo. Pasas junto a aquellos productos con la misma indiferencia que le tienes a los Bagres y a los Róbalos tendidos en sus camas de hielo, un poco perdido, un poco ausente, casi tan lejano como la voz de la señorita que vocea ofertas y que siempre suena igual: estereotipada, fría. Tanto como la voz de tus recuerdos que ahora se confunden entre un rostro de poca nitidez y un cincuenta por ciento de descuento en desodorantes...
Finalmente llega ese momento que suplicaste por tanto tiempo a los dioses del olvido, se han acordado de ti, han escuchado tus súplicas o simplemente ha llegado tu turno. Hay tanta gente que quiere olvidar, es una fila enorme de cobardes que se amontonan en la ventanilla donde suponen que se les extraerá un trozo de memoria... ¿Qué parte cortamos? Aquí de esta fecha hasta hoy; Aquí, desde la muerte de mi madre, hasta hoy; Aquí, desde que me fui a la ruina, hasta hoy; Aquí, desde esta mujer, hasta hoy que fui al supermercado...

2 comentarios:

Unknown dijo...

Wow este hombre!! me encanta como escribe saludos atte soo

Valencialez dijo...

Saludos Soo y gracias por leer..