miércoles, 9 de noviembre de 2011

El otro paisaje.

Los hospitales, las paradas del camión, la tarde, los cabellos que se zafan del atado que se hace la señora del aseo, el jornalero que cabecea en el transporte, el sudor, la prisa, el cansancio... de la cabeza de cada quien no hablo, de los sueños de cada quien no digo nada, hay tanto...

Un dedo chiquito del pie, se asoma por los tenis de la niña, no he visto imagen más triste que esa, las niñas no deberían padecer esas carencias, los niños tal vez, pero sólo por el hecho de que no les importa...

Me trastorna la madre pegándole al hijo porque no camina rápido, porque se distrae con lo que no conoce, o con lo que no tiene, o con lo que no sabe como funciona, me trastorna porque ella también se distrae en los mismos conceptos, y entonces no sé si golpea al niño para descargar un poco de frustración o para sacudirle los mismos demonios que la atormentan a ella...

No quisiera que se me acercaran a pedir limosna los ancianos, ni los niños a venderme dulces asoleados o a contarme un chiste, porque invariablemente me conmueven, porque no puedo creer que el mundo se haya dejado contaminar por la injusticia, no quiero decir desigualdad, quiero decir que si no es justo no está permitido, no está permitido interrumpir una infancia con responsabilidades de adulto, no está permitido el abandono en los abuelos, no puede mi indiferencia contra esas miradas cargadas de tristeza y desamparo, no me sirve de nada darles dos o tres monedas, no inicio con eso los principios de respeto y dignidad que se merecen, no les quito el hambre ni les devuelvo el derecho de soñar, y por lo tanto no dejo de sentirme un miserable cuando de cualquier forma termino sacando del bolsillo esos dos o tres pesos que los condenaran a pensar que todavía existe gente buena, cuando lo que necesitan es saber que hay gente poderosa a la que ni siquiera le costaría una moneda sacarlos de su miseria.

Sigo enumerando edificios oscuros, esquinas rotas, lágrimas y mocos en las caras de los niños, mangueras anaranjadas como venas salientes de casas inconclusas, tienditas en peligro de extinción. Este es otro paisaje, pero es el de siempre, me gustaría pensar que sale de mi imaginación, que mientras escribo me proyecto a un lugar que no existe, que el equilibrio no fuera tan extremo, que los márgenes no fueran tan sensibles; finalmente me gustaría pensar que todo esto fuera un cuento o una historia o un recuerdo, pero es inevitablemente real, e inevitablemente triste.


martes, 1 de noviembre de 2011

Nada peor que quedarse sin cigarros una noche como esta, si algo me sostiene es ese hilo de humo constante que se eleva sin alteraciones hacia el techo aquí en mi habitación. Me sostiene a la tierra, al cielo, a no sentirme inactivo, a un poco de calor, y a las figuras que se inventa cuando mis dedos van al cenicero, nada peor que abrir la cajetilla y encontrarte un último cigarro, pensar que después de fumarlo tendré que dormir porque no hay otra cosa que hacer esta noche.
Un cigarro es un bastoncillo para la tristeza, es un homenaje a lo efímero, un momento intimo entre el fumador y sus recuerdos, un vomito suave y gris cayendo en nada, revolviéndose en todo, llenando el aire de humo, "un velo de alquitrán en la mirada".

Apagaría mi cigarro si cruzaras esa puerta...

domingo, 10 de julio de 2011

Un momento en mi cabeza.. .

"Back to Adam, regreso al gran útero" (Rayuela) después me cito a mi: "la cueva de origen, el modelo de bunker individual que arrastro conmigo como caracola desde que descubrí que algo en mi es de cristal..." y entre eso , el día común, despertar, comer, trabajar, hablar, reprender y ser reprendido, escuchar, observar, callar a tiempo, el silencio es un refugio, escribir, "Donde la acción fracasa, la palabra escrita triunfa" (Zola) y entre eso Hesse, Cortázar, Maquiavelo, la constitución, Benedetti, Neruda, Sabines, y entre eso un abecedario carcomido en algunas letras, como un cinturón con un par de agujeros abocardados y el resto intacto.
Shaw, Dostoyevski, Elizondo, una mosca descrita por Monterroso, un París con la maga y un monstruo como leyendas en el fondo del Sena, y entre eso las canas, recuerdos brotando entre folículos, un beso, una sombra y un par de pies casi perfectos. Un cigarrillo pegado a la orilla de los labios, creyendo que nació ahí, un oído de ojos atentos para escuchar-leer, una bombilla que ahorra luz y un perro, debe ser un perro, así le ladran al camión del gas.. . y entre eso, Piazzolla y la banderita de taxi libre levantada en cada mano, parece que sólo yo lo veo... parece que sólo yo te veo, sólo yo te hablo... y entre eso un teclado, "backspace" hasta el inicio, volver a empezar tejiendo ideas y viseras, estoy haciéndome un abrigo de retazos, de aforismos, estoy haciéndome una máscara rígida, un rictus de piedra. "Pastillas para no soñar", "lagrimas de plástico azul" en la garganta, analgésicos que resbalo con un trago de Whisky, y entre eso ruinas, pedazos de orgullo que habrá que unir con cinta Diurex y una lupa para no dejar fisuras, le sacaré una copia y la traeré conmigo siempre, el documento inalterable, la lagrima en el fondo del río, Fito, Sabína, Calamaro, descanso de ellos en Drexler en su poesía blanca, en sus canciones como sábanas limpias, descanso en esta carta, y entre eso, Charly Zaa? vecino no mames!! une tu voz a mi voz...
Cierro la ventana y vuelvo a Gardel, a volver, con la frente marchita.. . a Damien Rice, a Enya, y entre eso, la Biblia, El cantar de los cantares, Salmos, Proverbios, el Pentateuco, así, en desorden, el milagro del vino, la lepra de Job, los diez mandamientos, Onán, la tierra prometida que manaba leche y miel, el maná, Apocalipsis... now.
Now playing: "Sweet child o´ mine" me da hambre, prendo el cigarro en la estufa, apago la luz para pensar en ti, o a lo mejor, es que hasta hoy, nunca me habías hecho tanta falta como hoy... ese Manzanero, este dolor en el hombro, este vomito a la pantalla de un momento en mi cabeza, entre el repaso a la mitología griega, Elektra, Edipo, Aquiles, Pigmalion y su mujer perfecta. La filosofía, el anillo de Giges, los pasajes de Diógenes y más lecturas que han construido decenas de platicas con extraños, "mucho gusto, eres un tipazo!" alguna sonrisa tratando de decir algo, una mirada con brillo y nada más.. . no sé cómo terminar, debe haber lugar para el punto final, pero aun no he dicho nada, no quería decir nada, no quiero escribir más.. .

lunes, 4 de julio de 2011

Niño

Cuando era niño, fui campeón del mundo en casi todo lo que hacía, descubrí un planeta y le elegí un nombre, también fui inventor, tenia un rayo láser que disparaba desde mis dedos índice, encontraba oro y diamantes a cada rato en paseos por el campo y junto a los ríos. Fabriqué aviones, barcos y naves espaciales, realicé valiosas aportaciones a la química con un poco de cloro, salsa picante y shampoo, platicaba con conejos, ranas y perros, (espero que no piensen que soy un pedante ahora que olvidé aquel lenguaje) si recibía poco dinero, compraba dulces; si recibía mucho dinero, también compraba dulces. Había señoras que me regalaban manzanas en el mercado y no era para menos, era un súper héroe y ellas lo sabían, yo les correspondía con un guiño y nada más, no podía poner evidencia aquella identidad secreta, aunque mi madre se empeñara siempre en sacarme de la ducha con mi propia capa. Definitivamente había cosas difíciles de entender para los adultos, absortos siempre en sus pensamientos, en sus dolores de cabeza y en su prisa, mientras que yo jugaba con el tiempo, desayunaba por las noches, ayer iría a la escuela y visitaría a los abuelos la semana pasada.

Naturalmente fui creciendo, al principio no me daba cuenta, pero ya no disparaba a los coches con mi láser, ya no era un agente secreto que resolviera misterios en el patio posterior de la casa, antiguo laboratorio y taller de tantos inventos, más tarde habría que abandonarlo en una terrible mudanza, más tarde todos mis súper poderes se verían debilitados por la fuerza magnética en los ojos de aquella adolescente que me miró por primera vez.

poco a poco fui dejando de ser niño, pero a pesar de todo, de vez en cuando, cuando camino por la calle absorto en mis pensamientos, inconscientemente empujo con el pie alguna piedrecilla para pasarla entre dos llantas de coche y no puedo evitar gritar por dentro: Gol! aunque después recuerdo que el fútbol ya no está entre mis aficiones y continúo mi camino siempre a prisa. descubro entonces que todavía queda algo de aquel niño, que sigo llevando corcholatas en los bolsillos, son sueños de los cuales no me puedo desprender y que, como en aquel entonces, poseen un valor superior a cualquier cifra.

sábado, 4 de junio de 2011

Soy delgado.. .

Soy delgado porque el vientre de mi madre supo antes que yo, que en algún momento de mi vida, tendría que cruzar, de madrugada, la reja de un mundo cercado donde me quedara dormido teniendo un sueño que no me correspondiera, despertar y salir lo más pronto posible deslizándome entre los barrotes para estar del otro lado y decirle adiós al lugar ajeno y al sueño equivocado, emprender camino a casa sacudiéndome el polvo en las rodillas y los dedos de las manos que en el sueño acariciaron mi cabello delgado, mi corazón delgado, acaso mi perfil.

Sacudirme, entre esos dedos, un índice rozando el filo de saber que la historia no se modifica, un dedo de faquir aficionado jugando con el filo de mis dudas.. .

Huir a casa con mi sombra delgada realizando un mimetismo improvisado, con fracturas de banqueta, con fisuras de voces apenadas de no haber sido firmes al momento de una despedida, de un enfrentamiento con máscaras en el que hablar no era preciso, por mas hermoso que fuera conocer la voz del otro lado de la estúpida careta.

Soy delgado porque el vientre de mi madre supo a tiempo, que mas tarde habría filos insondables y me regaló la condición de proyectar mi "lado flaco" como un "todo", sin tener que buscarle un doblez a la apariencia, sin pretender un doble filo, como los que trafica cualquier sonrisa encantadora; señuelos de conflicto, deudas impagables, talones destrozados después de pisar falsos o equívocos terrenos, y tener que llorar con hipos y fluidos desagradables, como los que en este momento en que me aferro a mi espíritu apenas descubierto, se manifiestan, delgados, continuos, como hilos de madeja eterna, como como cuerdas de lira en una melodía interminable, como agentes de una curación urgente, enviados emergentes en auxilio, desde el vientre que sabia desde el inicio, que en algún momento de la vida tendría que ser irreductible.. .

martes, 10 de mayo de 2011

La ciudad.. .

El cielo no era el más digno de un paseo, pero el paseo no era un paseo, eran solo unos minutos que le había ganado al tiempo en una apuesta contra reloj y que invertí para escuchar a la ciudad, para observar el espectáculo del concreto con su vals mecánico, generando un ruido organizado por una sola partitura universal. Había coches jalando coches, unidos por una cuerda invisible, rodando en una cinta obscura, haciendo sonar la melodía del tiempo en hora pico, los semáforos y su mala combinación dirigiendo el recital. El claxon de un camión lo arruina todo, cuerda rota de un cello que además expulsa un humo negro, sucio instrumento prófugo del desuso, transportando miradas, zapatos, bolsas y corbatas baratas rumbo al almacén, a la escuela y a la oficina de gobierno que apesta a los eructos que provienen del archivo muerto y se mezclan con lociones "pour homme", "pour elle", adquiridos bajo un sistema de crédito casero.
Había también pelotas de colores en cruceros, revolviéndose en el aire con antorchas encendidas, con monedas que se lanzan esperando el resultado del azar, ley absoluta que da "luz verde" a los que aprovechan la luz roja para trabajar.

Había unos locos hermosos, lanzando piedras invisibles, únicos dueños de esa mirada perdida que de pronto choca con la tuya y te llena miedo, porque en ese momento se revela frente a ti, tu propia locura. Había una que protestaba a gritos por su muñeca rota, pero todo en los locos esta roto, desde el corazón hasta el abrigo, desde los calcetines que secan al sol en un gancho de metal, hasta los espejos en los que se reflejan y se contemplan rotos ellos mismos, por eso gritan, por eso lloran, por eso huyen de la percepción de los demás, porque los demás siempre temen alguna cortadura producto del roce con personas rotas como ellos.

Había un reloj inmenso en una de las muñecas del templo principal, no se decir si la izquierda o la derecha, pero estaba ahí, enorme y bello, pero consternado por saberse el indicador "per se" de la prisa de los demás, algo triste porque día a día impone plazos, citas, exámenes, nacimientos y muertes, algo pesado y viejo, reflejo exacto de la cara del tiempo, algo aburrido de su propio tic tac, de ese taladro del que muchos llevamos una replica exacta en cualquiera de nuestras propias muñecas, pulsaciones y minutos debatiendo, sístole y diástole del corazón urbano, del corazón humano, que más da.

Y así la melodía, el paseo, la mirada recorriendo silenciosa cada muro, cada persona con su propia historia, con su propio rostro al sol, a la banqueta, a otro rostro, a nada.
Y así la mandíbula de la psique cansada de tanto masticar ideas, de tanto mordisquear pensamientos, con los dedos ansiosos y entumidos de tanto reventar las burbujas de aire del papel de embalaje que sin darme cuenta recogí afuera de una tienda de electrodomésticos, donde sonaba una pieza de jazz, y que era como una isla auditiva en medio del caos de la ciudad.. .

lunes, 2 de mayo de 2011

Luna Sepia.

Dejo caer mi humo, despacio, sobre la espalda de todos los recuerdos que se arrodillan ante ti, Luna, y tú frente a mí, y nadie más… solo esta luciérnaga de fuego que titubea con su incandescencia muy cerca de mis labios, fumo de noche, a oscuras frente a ti, Luna, no entiendo por qué tu blancura se ha manchado, no entiendo por qué tu velo sepia, qué caries te ha invadido, qué nociones oscuras comienzan a menguar tu brillo, no entiendo, y si entiendo solo puede ser tristeza, un eclipse de sombras y tú, no opones resistencia.. .

Sigo fumando, Luna, sigo pensando sin entender, formando aritos, (es fácil, pones los labios como si fueras a mandar un beso, pero un poco abiertos y lanzas un golpecito de humo… Aunque recuerdo que no sabes mandar besos). Sigo frente a ti y estás tan lejos, a miles de centímetros, muy cerca de mis posibilidades de poder dormir, porque ya no me arrullas luna, ya no cuidas mi sueño, antes bastaba con sumergir mi vaso en tu blancura de leche, llenarlo, beberlo y tener un sueño hermoso y fresco.

Se nos acaba la noche luna, y a mí los cigarros, los recuerdos aunque son esclavos, necesitan descanso, recostarse un poco, porque mañana los abusaré de nuevo, quizá más que ahora, míralos, se mueren de sueño, pero están todos despiertos, Luna, no quieren irse a la cama sin que les hagas un guiño, sin que les digas un cuento, todavía no saben apagar la luz, y la oscuridad que comienza a envolverte les da miedo…

viernes, 8 de abril de 2011

De cuando aparece hasta en la sopa.. . (cuento corto)

Desea ordenar caballero? -si, sopa de letras esta bien... Disculpa, puedo usar tu pluma?- Claro!- Gracias... Pueden quitarle estas vocales y estas consonantes a la sopa??

martes, 5 de abril de 2011

Promesa sin fondos (cuento corto)

Ella le dijo: te llamo en la semana, el estaba destrozado, ella no sabía que esa llamada prometida era para el un bono intercambiable en cualquier tienda de oportunidades; más bien estaba consciente de que lo que estaba entregando era un cheque de hule.. .








lunes, 21 de febrero de 2011

Cliché

Quiero ponerme unos convers, empacar un libro y unos jeans, tomar un autobús a "nowhere", platicar con un viejo, tomar algunas fotos, algunas cervezas, arrancarle una sonrisa a una desconocida y fumarme un cigarro en cualquier vista que no sea familiar, mientras en mis audìfonos suena algo como: "I want to break free".. .

martes, 1 de febrero de 2011

No tocar.. .

No tocar la noche que se da en hipos del tiempo, la que da una tregua a los vacios y los rellena de un sueño a veces sueño y a veces realidad...


No tocar las estrellas en el techo, la luna en su lunar del hombro, el llanto que no termina de permear cristales y se queda agazapado, acaso humedeciendo la comisura de los ojos.. .

No dormir la noche, repartir en orden el momento, la una en sus ojos, las dos en su cintura, las tres a un lado de sus sueños...

No tocar los signos de su esencia, la vigencia infantil de su pasado... la mañana que se acerca tímida en su luz, tenue caricia del final... .

No tocar, simplemente no tocar después de que se cierra cualquier puerta.. .

viernes, 14 de enero de 2011

Insomnio.

Y no me quedò màs remedio que ponerme a escuchar los sonidos de la noche, de la màs espesa, de la màs oscura, de esa que parece un pantano nebuloso donde todas las cosas están como suspendidas en un letargo ancestral, donde esos sonidos se pegan como insectos y son repetitivos como goteras interminables...

lunes, 3 de enero de 2011

Horror vacui...

Arrojé una piedra hacia dentro de mí, esperaba escucharla chocar contra el fondo en algún momento, pero no sucedió, tampoco sentí la velocidad de su viaje; me dormí. En algún punto de la noche un sonido lejano me sobresaltó, era como el de un cañón percutido al otro lado del mundo que se encuentra justo debajo de mi cama; era mi piedra, había llegado al fondo, había medido el vacío...